Y los que pasean por ahí haciendo sus compras ni siquiera hubieran notado su presencia, de no haber sido por uno de sus zapatos. "No hubiéramos sabido de dónde salían los ronquidos de no ser porque se le salió un zapato y le cayó a alguien en la cabeza", explicó un señor que estaba de compras.
La policía se presentó y logró hacerla bajar mostrándole sándwiches y una botella de agua.
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